La iniciativa presentada por el pastor y Diputado Walter Ghione del bloque Somos Vida y Familia, tiene como fin lograr la apertura de los mismos, en horario reducido y respetando todas las medidas de protección, prevención y distanciamiento. Es necesario brindar contención espiritual a cientos de miles de santafesinos en estos momentos difíciles que vive la sociedad por la propagación del covid-19.
En medio de la pandemia que nos afecta y obliga a realizar la correspondiente y necesaria cuarentena, este proyecto de comunicación, que fue acompañado con la firma del resto de los integrantes del bloque Somos Vida y Familia, prevé que el Gobierno de Santa Fe por intermedio del organismo que corresponda, solicite al Poder Ejecutivo Nacional que declare como servicio esencial las iglesias, parroquias, sinagogas y templos evangélicos, a fin de que puedan estar abiertas en el horario reducido de 10 a 18, hasta un máximo del 10 por ciento de su capacidad habitual de concurrentes, y procurando todas las medidas de protección, prevención y distanciamiento adecuadas.
El Diputado Ghione argumentó que: “De acuerdo a la última encuesta nacional sobre creencias y actitudes religiosas, elaborada por el CONICET y publicada en Noviembre de 2019, más del 81 por ciento de argentinos adscribe a alguna religión. Este mismo informe establece que de esta población, el 27 por ciento asiste a ceremonias de su culto al menos una vez al mes, e incluso en el caso de quienes profesan la fe evangélica la asistencia semanal es del 53 por ciento.
Es por todo esto que, a partir de la prórroga dispuesta por parte de la Presidencia de la Nación y refrendada por el Decreto de Necesidad y Urgencia dictado en fecha 11 de abril del presente año, desde Somos Vida y Familia encuentran la necesidad de presentar el presente proyecto que procura canalizar el pedido de cientos de miles de santafesinos que actualmente buscan un lugar de contención, donde poder profesar su religión.
“Entendemos que la oración en tiempos difíciles impide caer en la tentación del desánimo, la desesperación, el abandono, o el peligroso autoengaño”, finalizó el pastor y legislador Ghione.